Dice el beato Pedro: "ser santo es amar mucho, nada más". Pero, como todo, la santidad es también un camino en el que vamos avanzando en la misma medida en que crece nuestra capacidad de amar y nuestro deseo firme de ser santos como dice la canción.
Caminamos hacia... caminamos desde... o, simplemente caminamos. Pero, ¿se puede caminar sin rumbo, sin punto de partida, sin meta? Todos caminamos, física o virtualmente, siempre estamos en movimiento.